Para quien quiera hacer un regreso en el tiempo a la época colonial, Colonia, declarada Patrimonio Histórico recientemente por la UNESCO, es el lugar ideal. Siendo una ciudad portuguesa del siglo XVII, más exactamente fundada en 1680 por el Maestro de Campo Manue Lobo, Colonia supo generar su encanto a través de la conservación y cuidado de sus antiguas construcciones. Esto la hace destino de miles de turista por año, quienes vuelven saciados de encanto por lo visto.
Algunos de los lugares para ser visitados son la Puerta de la Ciudadela, frente a la actual Plaza de 1811, inaugurada en 1745. Conjuntamente con la puerta y el puente tendido sobre el foso, los pilares de piedra, el propio fuerte y demás muros y pavimentos, conforman un notable centro de interés histórico. La ‘Calle de los suspiros’, lo llevará tal vez a un sitio especial en sus recuerdos. Pavimentada con piedras de cuña y arroyo central. Una casa típica, junto al río, con los colores cálidos y el olor particular hacen de este estrecho camino, un lugar poco común.
La ciudad se ilumina con el faro, (una de las más viejas construcciones) que da luz a la belleza de la bahía y su entorno, junto a las seculares ruinas del Convento de San Francisco.
Además varias casas antiguas como la Casa Nacarello, construcción de paredes de piedra, que data de la época portuguesa, también llamado Rancho de Nacarello durante la gobernación de Vasconcellos (1722-1749), o bien el conjunto de muros, jambas, arcos de piedra, y pavimentos, conformando distintos espacios de las construcciones que ocupan la esquina de la calle Del Comercio y De las Misiones de los Tapes, lindera al Museo Municipal nos remiten permanentemente a una época distinta pero con brisas del mismo río.
De hecho, una muy buena opción es recorrer los varios museos, que nos acercan a los detalles de la historia y el estilo de vida antiguo como por ejemplo el Museo Portugues y conocer los uniformes del Regimiento de Dragones que datan de 1772, armas inglesas, o el Museo Municipal con abundante material, conservan documentos de interés del Real de San Carlos y de la vida social en la Colonia pasada.
Colonia posee además un magnífico Puerto de Yates el cual es visitado semana a semana por cientos de veleros, un lugar ideal para disfrutar los espléndidos atardeceres de la bahía.
Por esto, por esta vuelta a la época colonial, a la época de los agujeros y los criollos, Colonia es un destino para visitar y remontarse en el miriñaque.
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